Nuestro cerebro es el epicentro del deseo y el placer . Gracias a él podemos sentir y sobre todo imaginar. Nuestro inconsciente es una auténtica fábrica de historias eróticas que nutren y colorean nuestra imaginación. Sin embargo, rara vez nos atrevemos a explorarlos. Temas que siguen siendo tabú, fantasías todavía con demasiada frecuencia reprimidas , consideradas desviadas y, a veces, avergonzantes. ¿Están destinados a hacerse? ¿Podemos compartirlos con nuestros socios? En este artículo aportamos un poco de luz al aún demasiado oscuro mundo de las fantasías.

¿Qué es una fantasía?

¡No hay definición sin raíz etimológica!

La palabra "fantasía" tiene su origen en el griego antiguo, derivado de la palabra φα ́ντασμα, que significa "alucinación", "apariencia" e incluso "fantasma". Su uso ha ido evolucionando a lo largo de la historia, pasando por el latín “phantasma”, que significa “ imagen mental” o “ilusión” , para finalmente tomar su forma actual en francés.

En definitiva, una fantasía es una representación mental susurrada a nuestra imaginación por nuestro subconsciente . Es una proyección de nuestros deseos, nuestros traumas reprimidos y nuestras ansiedades más íntimas. Para ayudarnos a procesar toda esta energía dramática , el inconsciente la transforma en escenarios imaginativos . Como si nuestro jardín interior tuviera una sala de cine para ver películas producidas en los estudios de nuestra imaginación. 📽️

Aunque según Freud las fantasías se originan en impulsos sexuales , no sólo están orientadas hacia la sexualidad. Podemos fantasear con seguridad y riqueza, así como con aventuras eróticas.

Pueden involucrar personas reales, personajes ficticios, lugares, situaciones o escenarios imaginarios . Tienes derecho a fantasear con tu vecino de al lado tanto como con Jar Jar Binks de Star Wars.😉

En este artículo hemos optado por centrarnos en las fantasías sexuales que son una expresión natural y saludable de nuestra sexualidad.

Estar en contacto con nuestras fantasías nos permite:

  • Explorar con seguridad nuestros deseos
  • Desarrollar nuestra imaginación erótica
  • Mejorar nuestra creatividad sexual
  • Reducir la presión sexual
  • Estimular nuestra imaginación
  • Conocernos
  • Servir como distracción temporal para reducir la ansiedad.

Cuestiona tus fantasías para conocerte mejor

Dependiendo de nuestro origen y de nuestra personalidad, la fantasía puede ser fuente de inspiración o de culpa y estrés.

Cuando enfrentamos nuestras fantasías, navegamos entre el intenso deseo que despiertan en nosotros y los límites que parecen frenarnos. Estas fantasías pasan así ante varias instancias de juicio: nuestro propio código moral, normas y mandatos sociales y morales y nuestro ideal personal.

Si el deseo proyectado en nuestras fantasías supera estos límites con fuerza irresistible, puede resultar difícil frenarlos . Por el contrario, si la ansiedad o la culpa se vuelven abrumadoras, podemos vernos obligados a sacrificar nuestros sueños más íntimos.

El secreto ? Domarlos y verlos como un espejo distorsionador de lo que somos. Necesitamos desdramatizarlos y aceptarlos como parte normal de nuestra experiencia como mujeres.💖

Después de todo, las fantasías son un signo de energía vital vibrante . Esas son muy buenas noticias, ¿no? Esta forma de creatividad es una prueba de que estamos preparados para abrazar la vida al máximo. Tomarse el tiempo para escuchar tus fantasías con la ayuda de audios sulfurosos, lecturas o incluso escrituras eróticas es una forma de autocuidado.

Nos empujan a descubrirnos a nosotros mismos , a ofrecernos paréntesis (reales o imaginarios) solo para nosotros y a comprender nuestras necesidades . Por ejemplo, detrás de la fantasía de sumisión a menudo se esconde la necesidad de dejarse llevar , de tomar un descanso de la agitada vida diaria y de confiar en los demás para que se ocupen de uno mismo. A veces, los escenarios de exhibición enfatizan nuestra necesidad de ser vistos y aprobados por los demás. ¡Seamos curiosos! 💪

¿Deberíamos vivir nuestras fantasías?

En pocas palabras: ¡tú decides! La cuestión de realizar fantasías surge de una reflexión que es muy personal para ti.

Algunos deseos secretos deben cumplirse y otros deben permanecer en el ámbito de la imaginación. 🤴

Las fantasías pueden ser una fuente emocionante de exploración para algunos de nosotros, ayudándonos a comprender mejor nuestra sexualidad y aceptar quiénes somos. Transponerlos a la vida real nos saca de la fantasía y de los juegos del inconsciente.

A menudo un escenario erótico realizado no se parece en nada a lo que imaginamos . Entonces debes poder apreciarlo como una experiencia real . El ambiente no siempre es tan sensual, las acciones y sensaciones de nuestra pareja seguramente serán diferentes a las del teatro de nuestra mente.

Por el contrario, es fundamental no utilizar las fantasías como forma de escapar de la realidad . En tales situaciones, la negación puede aparecer fácilmente y hacer que perdamos contacto con el mundo que nos rodea.

Comprender cómo se construyen nuestras fantasías nos permite reajustarlas para que brinden satisfacción sin convertirse en obsesiones incontrolables . No se trata necesariamente de vivir todas las fantasías, sino de encontrar formas saludables de expresar la energía impulsora que las acompaña. 🔥

Las fantasías son una parte integral de nuestra vida sexual. Productos de nuestra imaginación erótica, son un reflejo de nuestra energía vital y nuestra creatividad . Escuchemos nuestras fantasías, domestiquémoslas y encontremos formas saludables de expresarlas, sin dejar de estar conectados con la realidad que nos rodea. Para un primer contacto con tu cineteca interior , ¿por qué no pruebas el ejercicio del menú sexual ? Te lo contamos todo aquí. 🍲

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